AL MUGELLO NON SI DORME

“Al Mugello non si dorme”, no podía titular de otro modo el post, ya que fue esta la frase que más escuché a lo largo de los seis días que estuve en Italia. Desde hace años que había querido ir a ver las carreras al circuito de Mugello, al jardín de Valentino, pero para nada podía imaginar que sería un viaje tan bonito como lo ha sido.

El miércoles por la noche aterrizábamos en Bolonia mi amiga Núria y yo, y después de una noche un tanto surrealista en el hostello en el que nos hospedamos, pusimos rumbo al circuito con algunos de los italianos con los que convivimos allí.

Una vez llegamos, acampamos con un gran número de españoles e Italianos, estuvimos con el Fan Club de Maverick Viñales (125cc) y el FanClub de los Espargarin’s (Moto2), pero entre ellos, como no, íbamos también un montón de rossistas, algún que otro pedrosista, y otros espartanos. Bajo banderas de los pilotos pusimos la que más nos representaba: "Toritos españoles MotoClub y Le Caselle MotoClub Padova".

Lo que hace diferente a Mugello es que se puede acampar dentro del propio circuito, por lo que está siempre lleno de gente que pasea de arriba para abajo, de día y de noche. Por que esa es otra, por la noche es imposible dormir. Durante la mañana se escucha el rugir de las motos en la pista y, cuando este acaba, empalma con el de las que se pasean por el circuito, junto con los motores que rugen por la noche, los cohetes, la música a todo volumen, y si aún así a alguno se le ocurre quedarse dormido siempre hay algún compañero que le gritar al oído: “AL MUGELLO NON SI DORME! AL MUGELLO NON SI DORME!!”.

La primera noche cuatro de nosotros  nos acercamos a la cena del Fan Club de Valentino Rossi, donde el mismo Valentino cenó con sus aficionados al lado de la curva Poggio Secco, donde se sitúan sus tifosis año tras año. La fiesta que tenían montada era muy entrañable y divertida, nos acogieron como si fuésemos uno más, invitándonos a comer y beber.

Cena Fan Club Valentino Rossi

En esa pequeña carpa que tenían montada se respiraba un ambiente muy familiar y cercano, al final todos se dedicaban unas palabras por el micro y acababan sus “discursos” al son de “hip hip hurra!...”. La guinda de la noche, fue cuando uno de ellos se disfrazó de momia y acabó deslizándose mesa abajo sobre un río de vino rosso aplaudido por todos los presentes que reíamos sin parar.

Ruenda de prensa V. Rossi

El viernes y el sábado estuve en las ruedas de prensa de Valentino Rossi quien no parecía estar demasiado contento con el rendimiento de la Desmosedici, y bromeó sobre su nuevo casco en este Gran Premio de casa: «El casco es porque cuando tenemos que estar atentos nosotros decimos “occhio”, es algo que se dice más o menos en toda Italia, por lo tanto en Mugello... En Mugello ¡ojo! por eso. Aunque, en el caso de que hoy hubiésemos sido rápidos, habría sido también ¡ojo! por los otros, pero hemos pensado que el primer significado era el que correspondía más.(risas)»

El último día, a pesar de no haber dormido nada, estuvimos todos listos para animar a nuestros pilotos en cada carrera. Nico Terol volvió a ganar en 125cc; en Moto2 fue Marc Márquez quien se hizo con el primer cajón, y en MotoGP, era el mallorquín, Jorge Lorenzo,  quien consiguió la victoria después de una gran carrera, y lamentablemente, en sexta posición quedó Valentino Rossi, el rey del Mugello.

Después de las carreras preparamos el último banquete mientras un montón de autocaravanas avanzaban un metro cada media hora delante nuestro para salir del circuito. Era increíble el tráfico que se formó a la hora de abandonar el circuito, así que esperamos hasta que ya no quedaba casi nadie, y tras hacer la foto en grupo,  abrazos y despedidas volvimos de nuevo a Bolonia para pasar la última noche (la que mejor dormimos, claro).

E Allora... ci vediamo l’anno prossimo Mugello!!